Si quieres éxito profesional, deberás ser consciente de los comportamientos. Si bien esta lista está dirigida a las mujeres, bien puede adaptarse al sexo masculino.
· Si no preguntas, no lo consigues
Mientas que el hombre en el trabajo se para sobre su silla y demanda lo que quiere, la mujer suele sentarse en su escritorio y está en un segundo plano del juego. Las mujeres permiten que los ascensos, los aumentos, y los beneficios se escurran como agua entre los dedos porque nunca los piden. Tú nunca conseguirás subir la escalera su no te paras sobre tu escritorio y haces tus demandas. Los hombres son más directos y efectivos a la hora de expresar sus objetivos profesionales. En consecuencia, es más factible que consigan lo que quieren. Cuando las mujeres se deciden a preguntar, con frecuencia lo hacen a las personas equivocadas. Muchas mujeres, por su parte, buscarán el reaseguro de sus amigos y colegas antes de preguntar. Si tu nombre está en la lista, no dudes en jugar el juego.
· Dejas las cosas para más adelante
Cuando las mujeres se hacen escuchar, con frecuencia suele ser demasiado tarde. Postergar las cosas no sólo creará una tensión innecesaria, sino que también te pondrá en una situación de desventaja. Muchos hombres y mujeres experimentan conductas evasivas. Esto se da cuando sabes que debes hacer algo pero evitas hacerlo. O, te quedas trabada en el análisis, calculando todos los posibles resultados antes de efectuar el movimiento. Dejar las cosas para más adelante puede parecer un hábito inocente; sin embargo, el conocimiento sin la acción puede ser una causante de depresión. No seas una jugadora suplente en el trabajo. Ponte en primera línea desde un primer momento. Mientras más tiempo te tomes para hacer lo que debe ser hecho, más se verán afectadas tu autoestima, tu confianza, y tus probabilidades de éxito.
· “Lo sientes” demasiado
A diferencia de los hombres, las mujeres tienen la tendencia de usar excesivamente la frase “Lo siento” en el ambiente laboral. No sólo para disculparse por algo que han hecho, sino que también se excusan por las acciones de otras personas. Grave error. Procura no dejarte salpicar por el agua sucia de los chapuzones de otras personas.
Asimismo, debes saber que a la hora de pedir disculpas, las palabras que eliges son de gran importancia. En lugar de decir “Lo siento”, considera frases de acción como “Quiero pedirte disculpas por... ” o “Me gustaría que me perdones por... ”, que son más directas y significativas.
· Dices “Lo intentaré”
Al decir “Lo intentaré”, estableces una posible postergación. Diciendo “Lo haré”, crearás un compromiso mental en tu interior, lo que hará que alcances tu objetivo. Al decir a los demás que “lo intentarás”, comunicarás una sensación de incertidumbre. Por el contrario, si dices “lo haré”, un sentimiento de certeza y seguridad invadirá a todos —incluyéndote a ti—.
· No eres selectiva al elegir con quién pasar tu tiempo
Enfréntalo... a veces, terminas en compañía de personas que son negativas. Y esta mala imagen terminará reflejándose sobre ti. Las relaciones son nuestra base. Deben ser fuertes y ejercer un efecto positivo. La mayoría de las personas tienen una tendencia a permanecer en una relación cuando perciben que los beneficios superan a los costos. No gastes energías en relaciones contraproducentes. Encuentra personas que te alienten, que te desafíen, y que te motiven a triunfar.
· Usas comunicación no verbal inconveniente
La comunicación no verbal transporta más del 90% del mensaje. Si es fuerte y poderosa, puedes proyectar tu imagen y crear esa figura positiva que deseas para ti. En lugar de poner tus manos sobre la falda, ponlas sobre el escritorio. En lugar de sentarte en una punta de la mesa, busca el centro o la proximidad de las personas más importantes. Si tienes un escritorio en el trabajo, ubícalo de modo que enfrentes la puerta y puedas recibir gratamente a los que entran. Evita usar el lenguaje no verbal negativo, como pueden ser las sonrisas falsas o las miradas furtivas. Las pueden malinterpretar. Ser directo a la hora de usar el lenguaje no verbal. Hacer contacto vidual, asentir con la cabeza, o mantener una postura abierta siempre creará una impresión positiva de tu persona.
· Te criticas demasiado
¿Hablas en forma negativa de ti misma? Si es así, puedes lastimar tu autoestima y producir un impacto pernicioso en la forma que los demás te ven. Aproximadamente entre el 70% y el 90% de las palabras que nuestro cerebro procesa son inutilizables o negativas. Está comprobado que los eventos negativos perduran más en el cerebro que los positivos. En consecuencia, cuando hablas en forma negativa sobre ti misma, estos conceptos se adherirán a tu persona como un trozo de goma de mascar a tu zapato. Si no puedes decir nada bueno sobre ti, mejor no abras la boca.
· Comunicas en exceso
¿Hablas en exceso? ¿Sabes que las mujeres usan entre 3000 y 4000 palabras más que los hombres al día? Mientras que la comunicación es una parte crítica y necesaria del éxito, el palabrerío excesivo puede ser contraproducente. Las personas que te acompañan se confunden y se distraen. Sueles perder la idea de lo que estás intentando comunicar. Es más importante ser clara y concisa a la hora de comunicarte. ¿Por qué usar más palabras de las que son estrictamente necesarias?
· Te comprometes en exceso
Muchas mujeres profesionales se sienten presionadas a triunfar en todo lo que emprenden. Mientras más grande sea la mordida, mayor será el tiempo que debas estar masticando. Podrás ponerte en una mejor posición si logras encarar en forma exitosa unas pocas tareas. Es tan bueno decir que “no” como decir que “sí”. Cuando te pregunten si puedes hacerte cargo de determinada tarea, tómate unos instantes para pensarlo antes de responder. Evalúa tu agenda personal y profesional para encontrar un equilibrio confortable.
· Te olvidas de tus mentores
¿Qué estás haciendo para crear una buena red de contactos? Es importante que recuerdes cuán duro ha sido el viaje que te puso donde estás. No te distraigas con tu propio éxito y no te olvides de decir “gracias” a aquellos que te han acompañado a lo largo del camino. Cae en cuenta de que tú también tienes la capacidad de ayudar a otros. Pregúntate: ¿A quién puedo tenderle una mano?” Y luego hazlo.
· Prefieres el backstage al escenario
Las impresiones positivas crean resultados positivos. Sin saberlo, muchas mujeres trabajadoras se alejan del centro de la escena mientras que los hombres se ponen bajo la luz de los reflectores. Asume el rol del líder. No te fijes en los rasgos negativos y en los errores anteriores. Permite que las personas conozcan tus logros, talentos, y fortalezas. Crea la imagen positiva que quieres que los demás vean. Enumera tus talentos cada vez que puedas y recibirás la atención que mereces.
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